Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 26, 8-15

8 Dijo entonces Abisay a David: «Hoy ha copado Dios a tu enemigo
en tu mano. Déjame que ahora mismo lo clave en tierra con la lanza de un
solo golpe. No tendré que repetir.»

9 Pero David dijo a Abisay: «No lo mates. ¿Quién atentó contra el
ungido de Yahveh y quedó impune?»

10 Añadió David: «Vive Yahveh, que ha de ser Yahveh quien le hiera,
bien que llegue su día y muera, bien que baje al combate y perezca.

11 Líbreme Yahveh de levantar mi mano contra el ungido de Yahveh.

Ahora toma la lanza de su cabecera y el jarro de agua y vámonos.»

12 Tomó David la lanza y el jarro de la cabecera de Saúl y se fueron.
Nadie los vio, nadie se enteró, nadie se despertó. Todos dormían porque se
había abatido sobre ellos el sopor profundo de Yahveh.

13 Pasó David al otro lado y se colocó lejos, en la cumbre del monte,
quedando un gran espacio entre ellos.

14 Gritó David a la gente y a Abner, hijo de Ner, diciendo : «¿No me
respondes, Abner?» Respondió Abner: «¿Quién eres tú que me llamas?»

15 Dijo David a Abner: «¿No eres tú un hombre? ¿Quién como tú en
Israel? ¿Por qué, pues, no has custodiado al rey tu señor? Pues uno
del
pueblo ha entrado para matar al rey, tu señor.